Ella y yo
Una vez no hace mucho, me senté a hablar con una amiga y me pregunto sobre vos, le dije:
-Mañana capaz lo veo.
Ella me miró confundida, pues meses atrás le había dicho que no quería volver a saber de vos, que me habías mentido y que no te perdonaría. Ella siempre me escuchaba hablar de vos, de como me rompias y como me reparabas. Ella me aconsejaba y me decía que insista que capaz alguna vez funcionaba. Pero aquella vez ella se cansó, se había cansado de que siempre te vayas y regreses. Que me mientas que soy la única y hay veinte haciendo cola. Ella se cansó de mí, de vos, de nosotros. Se cansó de secarme las lágrimas, y de pasarme la botella. Se cansó de que me sintiera insuficiente y cansada. Ella se cansó más de mí que de vos. Entonces me dijo:
-No te das cuenta que nunca se va a quedar, que juntos o separados se hacen mal igual, que uno de los dos debe soltarse. Y ese alguien tenes que ser vos, él no te va a soltar jamás, porque no puede. Porque lo querés como él no se quiere. Pero solta, uno de los dos tiene que soltar primero. Y ese alguien tenes que ser vos. No solo por tu amor propio sino también por el de él, solta. Ya es tardé, y quedo más que claro de que jamás van a ser. Porque si ya no fueron cuando pudieron, ya no lo serán. Y tal vez te duela porque viene de mí. Pero solta tranquila, que yo me quedó acá.
Ella tenía razón, si dolia que fuera de ella, porque ella; Soy yo.
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