El último adiós


Me he despedido de vos tantas veces, que capaz ya no me creas. Me he despedido de todas las formas posible, me despedí enojada cuando peleábamos, me despedí celosa cuando alguien más te miraba, me despedí feliz cuando sentía que nuestro tiempo llegaba a su fin y me quedaba con un bonito recuerdo. Sin embargo, jamás me despedí así, con el corazón roto, con la voz temblando y con los ojos cristalizados. Te dije que me iba tantas veces, que no te culparía si decidieras no creerme esta vez, si me ignorarás o te rieras cuando te diga que me voy. Pero, me voy cariño, hablo en serio. Me voy.

¿Y quieres saber porque lo hago? Por miedo. Una vez me dijiste “No me molestaría si quisieras estar con alguien más, porque sé que él puede darte lo que yo no” Esa vez no lo entendí, porque creía que con vos lo tenía todo, pero tal vez me equivoqué, tal vez no tengo nada. Entonces yo respondí “¿Qué más podría pedir si te tengo a vos?” Es exactamente eso a lo que tengo miedo a que algún día quiera más, y eso sea lo que no podes darme. Me aterra la idea de desilusionarme de vos, de odiarte por completo porque no recibo lo que no podes darme porque no lo tenes o no podes -o no queres- darlo. Me voy ahora, porque tal vez ese “algún día” no este tan lejos. Y tal vez ya este queriendo más de lo que ahora nos podemos dar.

Me voy ahora, despacio y lento, aun amándote con locura, lo prefiero así, antes que de golpe y a la fuerza. Prefiero irme sabiendo que alguna vez fuimos a irme sabiendo lo que no podemos ser. Me he despedido de vos tantas veces, que capaz ya no me creas. No te culpo, yo tampoco lo haría. Pero, me quedo tranquila porque sé que cuando te des cuenta de que esta vez es de verdad no me odiaras ni dirás que no te avise que me iba, porque cariño esta vez es real, es en definitiva la última vez que digo adiós.

Comentarios

Publicar un comentario